5.7.08

La obertura del nou Centre d’ Atenció Primària (CAP) no va sobre rodes.
Llegiu aquesta informació publicada a http://www.cubelles.cat/


Notícies - Salut

La obertura del nou Centre d’Atenció Primària (CAP), tal i com ja va avançar Ràdio Cubelles, no serà una realitat, com a mínim, fins la primera quinzena d’agost. El compromís inicial de la consellera de Salut, Marina Geli, d’inaugurar el nou equipament sanitari durant la Setmana Santa d’enguany s’ha anat endarrerint fins a l’agost, després d’anunciar-se per a l’inici de l’estiu.

El regidor de Salut i Alcalde accidental de l’Ajuntament de Cubelles, Joan Rodríguez Serra, es mostrava molt preocupat pel problema que aquest retard continu ocasiona a Cubelles amb l’augment de població en època estival i “la manca de celeritat del govern català”. Per dur a terme el trasllat amb la màxima urgència, Rodríguez Serra ha posat sobre la taula diverses possibilitats. Una d’elles era traslladar els equipaments que hi ha al CAP actual a les noves instal·lacions, a l’espera de l’arribada del material nou. Aquest trasllat, provisional i d’urgència, comptaria amb la col·laboració dels diferents departaments municipals com la brigada i el departament d’informàtica.

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M.Trives/Diari de Cubelles
De pas fem un repàs a un article de Joan Barril publicat a la seva columna a El PERIODICO en que informa de la situació creada per la manca de metges i que evidentment a l´ hora de planificar l´ atenció medica a molts Centres dona lloc a problemàtiques evidents.
LOS DÍAS VENCIDOS // JOAN BARRIL

Los médicos perdidos

JOAN BARRIL
Hay momentos en los que los gobernantes parecen actuar como comentaristas políticos. Como si la cosa no fuera con ellos y se limitaran a contar las consecuencias de la fatalidad en vez de incluir entre las causas algo de su mala gestión. La política es tan humana como lo es el periodismo de opinión. Ahora mismo puedo estar equivocándome. Y, si esto sucede, no me caerán los anillos por reconocerlo. Al fin y al cabo, la situación es tan neblinosa, tan frágil, tan cortoplacista, que ya no nos quedan ánimos para encontrar las verdades absolutas de la Administración.
Vamos, pues, a las verdades relativas. La consellera Geli solicita de su ministro que le permita contratar médicos extracomunitarios aunque su título no haya sido homologado. A los profanos en materia burocrática nos extraña esa petición. Lo normal sería decirle al ministro que les homologue de una vez. ¿Acaso no son todos los cuerpos humanos iguales, en Colombia o en Katman- dú? El acto de homologación es un acto meramente administrativo: se compulsa la petición, se contrasta y se aprueba o se desaprueba. ¿Cuánto tiempo requiere este proceso? Si hubiera voluntad política, la cosa sería más que rápida. Pero ¿la hay?
Porque resulta que Geli admite que faltan 962 personas de personal sanitario, entre médicos, personal de enfermería y auxiliares. Al mismo tiempo, resulta que en Madrid no hay ningún tipo de demanda. ¿A qué se debe? Ahí van algunas interpretaciones para que sean confirmadas o desmentidas. Uno. Aspectos culturales. En Catalunya la gente no está más enferma, pero está acostumbrada a hacer uso del servicio público de salud. O sea: hay más demanda. Dos. Aspectos económicos. Dicen los facultativos que la remuneración a los médicos catalanes es de las más bajas del Estado. Un 15% de los médicos catalanes emigran fuera ante una oferta mejor. Tres. Aspectos estacionales. En verano hay más demanda en Catalunya que en Madrid por la cosa del turismo. Pero cada año hay un verano. ¿Por qué este año faltan más médicos que el año pasado? Cuatro. Aspectos de adaptabilidad. Tal vez Madrid sea un gran polo de atracción de profesionales de la medicina. Las universidades de Lleida y de Tarragona son de las menos demandadas de España. ¿Cuántos portugueses se forman en esas universidades y luego regresan a ejercer a su país? Y ¿en qué medida la exigencia del nivel C de catalán ha dejado a algunos profesionales catalanes especialmente refractarios fuera del sistema?
Finalmente, no está de menos recordar la política de jubilaciones, una política a veces forzada y digamos un tanto brusca, que llevó a algunos profesionales a una situación de rebote contra esa Administración. Ya sea por las suculentas indemnizaciones recibidas o por el mal humor de los médicos jubilados, los ha perdido definitivamente. Tal vez de aquellas jubilaciones provienen ahora estas necesidades.
Son suposiciones. Pero alguien ha de contrastarlas. La sanidad no se improvisa. Los médicos no se forman de la noche a la mañana. Bajo los titulares hay causas profundas. Tal vez alguien no lo ha hecho del todo bien y ahora resulta, mira por dónde, que la sanidad catalana está en emergencia.