27.11.06

El calentamiento global
Las chimeneas del cambio climático
· Repsol Petróleo y Cemex son las industrias catalanas que emiten más CO2
· Cumplir con Kioto no depende tanto de las empresas como de los miles de pequeños focos difuminados de gases
Las plantas de Endesa Generación en Sant Adrià y en Cubelles y de Viesgo en Cercs son las instalacioones que más rebasaron los derechos asignados en el 2005

24/11/2006 Barcelona
Antonio Cerrillo
La empresa Repsol Petróleo y las cementeras Cemex (Alcanar) y Uniland (Santa Margarida i els Monjos) encabezan el listado de las instalaciones catalanas que emiten más CO2, el principal gas de efecto invernadero, según los resultados del 2005 verificados por el Departament de Medi Ambient. Repsol Petróleo, por ejemplo, lanzó a la atmósfera en el 2005 un total de 2,758 millones de toneladas de CO2, el equivalente a lo que arrojan cada año 1.380.000 coches (calculando que cada vehículo genera 2 toneladas de CO2 por un recorrido de unos 10.000 kilómetros anuales de promedio). No obstante, ninguna de las empresas que lideran el ranking del calentamiento global en Catalunya ha rebasado el cupo máximo anual de CO2 que les fue asignado por el Gobierno. De hecho, para la Administración, empieza a ser asumible el control de las emisiones de CO2 en los sectores industriales afectados por la directiva para cumplir con el protocolo de Kioto. En cambio, el gran problema de España es cómo reducir los gases invernadero relacionados con el consumo energético en los sectores públicos y en el ámbito doméstico (transporte, vivienda, pequeña industria y demás).

La mayor parte de las 150 industrias catalanas a las que se fijó un cupo anual máximo de emisión de CO2 (para el período 2005-2007) se ajustaron el año pasado a los límites establecidos por el Gobierno. No obstante, el sector energético productor de electricidad fue el que más se excedió con relación a los cupos concedidos.

Las plantas térmicas de Endesa Generación en Sant Adrià de Besòs y Cubelles, que producen electricidad a base de fuel, son las que más superaron su listón. Tenían derechos gratuitos para emitir 97.539 y 121.960 toneladas y arrojaron realmente 664.411 y 786.175 toneladas, respectivamente. También fue muy significativo el exceso de emisiones en la planta de Cercs (Berguedà) a base de carbón.

La razón principal ha sido que la poca producción hidroeléctrica y las paradas prolongadas de las centrales nucleares en el 2005 obligaron a tener en funcionamiento durante más tiempo del previsto las plantas térmicas que funcionan con combustibles fósiles, que producen grandes cantidades de CO2, según expone Josep Garriga, experto del Departament de Medi Ambient i Habitatge.

Cuando una industria rebasa esos cupos de CO2 se ve forzada a mejorar su eficiencia energética o, si no puede cambiar su tendencia, debe adquirir derechos de emisión a otras industrias que no los necesiten. Puede hacerlo en el mercado europeo, o recurriendo al mecanismo de desarrollo limpio (previsto en el protocolo de Kioto), es decir, haciendo inversiones en países en desarrollo que dan lugar a certificados de reducciones de gases que pueden descontar de su inventario.

Por su parte, las cementeras catalanas (seis) han podido ajustarse a los derechos con vuelta de hoja", dice Josep Garriga. La gran incógnita es resolver el exceso de CO2 en otros sectores diversos o difusos, de responsabilidad pública o dependiente de pautas de comportamiento individual, que suman miles de pequeños focos atomizados de gases. Además, el protocolo de Kioto sólo permite comprar la mitad de esa suma, para así primar los esfuerzos internos de los países.

En este sentido, el Gobierno prevé la compra de derechos por valor de 31,83 millones de toneladas (en el mercado de carbono), pero quedan 37,6 millones que deben rebajarse con ahorro enérgico. "Y cuanto más podamos reducir, menos derechos compraremos", señala Garriga.

Mientras, Medi Ambient mantiene conversaciones con el Gobierno para rebajar el exceso de CO2. Garriga ve urgente aplicar planes e incentivos fiscales en los sectores del transporte, las calefacciones de gasóleo y de gas en las casas y en los sectores agrícola, ganadero y de residuos. "No hay tiempo que perder. Cada tonelada que emitamos de más en el 2008 ya cuenta". Entre el 2008 y el 2012 se entra en la decisiva fase de cumplimiento del protocolo de Kioto, la antesala de sanciones para los países que no hayan cumplido su palabra. cedidos, y a cinco de ellas les han sobrado, por lo que podrán comercializarlos si lo desean.

Mientras tanto, el Gobierno podría aprobar hoy, viernes, o la semana próxima el nuevo plan de asignación de los derechos de asignación en el que se detallará el límite máximo de CO2 que se atribuirá anualmente a cada instalación del 2008 al 2012.

El Gobierno prevé que en España se producirán cada año 101 millones de toneladas de CO2 por encima de lo establecido para poder cumplir con el protocolo de Kioto -sólo se podrían emitir 332,8 millones de toneladas al año y, en cambio, se calcula que se arrojarán 434 millones-.

De esos 101 millones de toneladas de más, 26 millones corresponden a las grandes industrias afectadas por la directiva europea y 69,8 millones, a sectores como el transporte, la edificación y otros focos difusos, mientras que el resto son emisiones que se restan en concepto de sumideros (bosques que neutralizan CO2).
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