2.5.06

LOS RETOS DE CATALUNYA. Catalunya se aleja aún más de Kioto.El volumen de gases de efecto invernadero aumentó hasta un 43% en el 2005.
Los gases que calientan la atmósfera crecieron en Catalunya un poco menos que en el conjunto de España. Las nuevas térmicas de ciclo combinado explican la subida
El sector energético generó un millón de toneladas de CO2 más de lo asignado para el 2005

El CO2 per cápita es un 20% inferior al del conjunto español debido a la alta presencia nuclear.

ANTONIO CERRILLO - 29/04/2006BARCELONA.Catalunya sigue alejándose cada vez más del cumplimiento del protocolo de Kioto contra el cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera crecieron hasta el 2005 un 43,27% con relación a 1990, pese a que el listón asumido por España es un aumento máximo del 15% hasta el 2012. Con el actual Govern, las políticas energéticas y de transporte no han contenido el volumen de gases que calientan la atmósfera. Las emisiones de gases de efecto invernadero registraron en Catalunya crecimientos acumulados del 38,43% (2004) y del 43,27% (2005), según un estudio de Comisiones Obreras y José Santamarta, director de la revista WorldWatch, que, aunque es oficioso, es tenido en cuenta como referente. Como es sabido, los gases que calientan la atmósfera proceden del uso intensivo de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), usados en las plantas térmicas de producción eléctrica, las industrias, el transporte o el sector doméstico. Aun así, la comunidad catalana presenta unos resultados algo mejores que los del conjunto de España, donde estas emisiones aumentaron un 52,9% hasta el 2005. Catalunya no se porta tan mal porque energéticamente depende más de las centrales nucleares, y éstas no emiten dióxido de carbono (CO2). En su caso, el aumento de gases se debió sobre todo a la entrada en funcionamiento en el 2005 de dos nuevas centrales térmicas de ciclo combinado de Endesa y Gas Natural en Sant Adrià de Besòs, que arrojaron a la atmósfera unas 900.000 toneladas de CO2 anuales cada una. En general, influyó notablemente el incremento de generación del sector de producción energética (Cercs, Foix, Sant Adrià), que incluso superó las primeras cuotas de emisión de CO2 fijadas en el plan nacional de asignación, según confirmó el Departament de Medi Ambient. Mientras tanto, las emisiones del transporte han aumentado más de un 36% entre 1990 y el 2004 (y ya representan el 27% del total). Catalunya envía a la atmósfera 57,1 millones de toneladas equivalentes de CO2 al año (frente a los 442 millones de toneladas del conjunto español). Esto significa que emite menos proporcionalmente que el conjunto del Estado, ya que aporta el 13% de los gases cuando su población es el 15,8% y su producto interior bruto representa el 18,3% del total. Las emisiones catalanas per cápita son 8,1 toneladas de CO2 por persona y año, mientras que en toda España ascienden a 9,9 toneladas de CO2. (En este ratio se contabilizan todas las emisiones de gases generadas en un hipotético reparto personal: desde el del combustible usado en un térmica cuando encendemos la luz al despertarnos cada mañana hasta las del coche que nos lleva al trabajo.) Catalunya calienta menos la atmósfera que el conjunto de España porque el 60% de su producción de electricidad procede de las centrales nucleares (Ascó 1 y 2, y Vandellòs 2). Y en segundo lugar, porque también es menor la contribución de las térmicas de carbón. La presencia de la energía nuclear hace que el volumen de gases invernadero sea un 20% inferior a lo que correspondería en otras circunstancias, según explica José Santamarta. Las nucleares evitan que haya un mayor alejamiento de Kioto. En cambio, si la electricidad de origen nuclear fuera sustituida por la de plantas de ciclo combinado de gas natural, se emitirían otros 8,5 millones de toneladas adicionales de CO2 , y las emisiones catalanas aumentarían un 16%, según José Santamarta. Por eso, abandonar la energía nuclear en Catalunya y cumplir el protocolo de Kioto es "la cuadratura del círculo". Estas dos soluciones no se pueden realizar simultáneamente de manera inmediata. "Si queremos cerrar las centrales nucleares y cumplir el protocolo de Kioto, es necesario impulsar de manera decidida la energía eólica, tanto en tierra como en la zona marina", señala José Santamarta. Fuentes del Departament de Medi Ambient admitieron que el incremento de gases de CO2 en Catalunya se debe a la disminución de electricidad de origen hidroeléctrico (debido a la sequía). En el 2005, los sectores energéticos (térmicas de carbón de Cercs, y de fuel de Foix y Sant Adrià...) han rebasado en un millón de toneladas de CO2 los derechos anuales concedidos en el plan nacional de asignación. Sin embargo, el resto de los sectores afectados por la directiva europea de comercio de emisiones (cemento, cerámica, papel, vidrio y metalurgia), nacida para cumplir con Kioto, ha emitido en conjunto por debajo de las cantidades que se le habían asignado. Las empresas que han superado los derechos de CO2 del 2005 aún tienen dos años más por delante para reducir sus emisiones (mejorando la producción y cambiando el combustible); y si no pueden hacerlo, no les queda más remedio que comprar a otras industrias limpias los derechos de emisión que a éstas les sobren. Las empresas que han rebasado el cupo del 2005 pueden acumular los derechos y arrastrarlos hasta el 2006 y 2007 (pero no hasta el 2008,
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