16.4.09






La explosión de los clubs de lectura
Las reuniones donde se comentan libros se han multiplicado exponencialmente en Catalunya en los últimos diez años.

Xavi Ayén
Barcelona

Prisiones, grupos de estudiantes, señoras de la alta sociedad, usuarios de bibliotecas, ingenieros de caminos, escuelas idiomas, peñas futbolísticas, de amigos, institutos, centros culturales, librerías, casals d'avis, museos, espacios internáuticos, teterías, sindicatos, gimnasios... Todos tienen algo en común: en los últimos diez años, han montado un club de lectura, es decir, se han organizado en grupos de 10 a 30 personas para leerse todos un mismo libro y, después, reunirse y comentarlo. La cosa ha cobrado tintes de fenómeno porque, aunque gran parte de estos clubs no están censados, los que sí lo están - los dependientes de las bibliotecas públicas- se han multiplicado exponencialmente. Hace diez años había un solo club en Barcelona; hoy, 75. A escala catalana, hay unos 300, cuando hace diez años no pasaban de veinte. Explica Gemma Domingo, coordinadora de los clubs de Barcelona: "Creamos la oferta y nos sorprendió la masiva respuesta". Miles de catalanes han decidido convertir la experiencia individual de leer en un acto social y colectivo.