Los Gobiernos de Euskadi y Catalunya y todas las fuerzas parlamentarias vascas y catalanas, excepto el PP, celebraron ayer el anuncio del inicio del diálogo con ETA.

La portavoz del Ejecutivo vasco, Miren Azkarate, afirmó que Zapatero "ha contado y contará" con el compromiso del lendakari y de todas las instituciones para alcanzar una paz "duradera, universal e irreversible".Tanto el Ejecutivo vasco como el PNV y EA coincidieron en interpretar las palabras de Zapatero como un avance hacia la "normalización política" en Euskadi. Para Josu Erkoreka, portavoz peneuvista en el Congreso, Zapatero "ha hecho votos" por la "construcción de un nuevo marco consensuado" en el País Vasco. Begoña Lasagabaster (EA) vio en la alocución del presidente un reconocimiento implícito del derecho de autodeterminación, "dentro de la legalidad y los marcos jurídicos"."

COHERENCIA".

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, dio la "bienvenida" al anuncio de diálogo porque "la paz y la libertad son los valores superiores del orden político".

El líder de CiU, Artur Mas, reclamó la legalización de Batasuna y dijo que fue un "error" proscribir a una fuerza que agrupa a "más de 100.000 personas".El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, manifestó que la declaración del presidente guarda "coherencia" con la posición mantenida desde que ETA decretó el alto el fuego permanente. Dijo que ha llegado el momento de "dejar actuar" al Gobierno y cesar el "ruido".

Joan Puigcercós, de ERC, consideró que lo importante ahora es que el Ejecutivo tenga "margen" de actuación y "tranquilidad" y, sobre todo, cuente con la "confianza" del resto de las fuerzas políticas.

El coordinador de IU, Gaspar Llamazares respaldó a Zapatero en cuanto al "fondo" de su declaración, pero criticó la "forma" elegida para anunciar el comienzo del diálogo con ETA. A su juicio, la intervención debió haberse realizado en el hemiciclo, en debate parlamentario, y no bajo el formato de una comparecencia ante los periodistas.
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