3.12.09

M. Trives/Diari de Cubelles

Som a finals d’any i el tema resolutiu del Estatut encara balla .Aquets últims dies posicionaments per part dels grups,dels politics , dels mitjans de comunicació a Catalunya ,causen rebombori . El mateix President Montilla es mostra amb una certa duresa en les ultimes declaracions referents al tema en qüestió i els representants de partits politics afilen les seves declaracions i prenent posicions tenint la evidencia de que les coses pinten magres. Si fem un repàs de les informacions aparegudes en diaris veurem que la situació es tensa i preocupant. Que passarà si el Tribunal Constitucional segueix mantenint la duresa com fins ara en els seus posicionaments ?

Margarita Batallas ja fa dies publicava http://www.elperiodico.com/ un excel·lent anàlisis que potser ara els aconteixements han superat i ja som en un altre esglaó.pro us convidem a fer-hi un repàs.
La división, la fatiga y los recelos impiden al TC resolver el Estatut

1. • Los 10 miembros siguen escindidos en tres bloques y ninguno osa someter una propuesta a votación
2. • El fracaso de las dos últimas reuniones augura que el fallo no llegará antes de Navidad o incluso del verano

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MARGARITA BATALLAS MADRID

«El que resiste, gana», solía decir el premio Nobel de Literatura Camilo José Cela. Los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) han hecho suyo el dicho, de modo que la fumata blanca para la sentencia del Estatut depende ya más que nunca de que alguno de los tres grupos en los que está dividido el TC ceda y conforme una mayoría. De momento, las dos últimas reuniones que han celebrado (29 de septiembre y 6 de octubre) no han servido para acercar posturas, pese a que los magistrados trabajaron en septiembre en la redacción de un cuarto borrador del fallo. Al final, pese a lo anunciado, no habrá sentencia en octubre. En el mejor de los casos será antes de fin de año y, en el peor, tal vez se solape con las elecciones autonómicas catalanas, previstas para otoño del 2010.
La situación empieza a ser insostenible en el TC. Para aliviar tanta tensión, los jueces han optado por cumplir sus compromisos institucionales. Esta semana han viajado a Portugal y la próxima irán a Rumanía para asistir a sendos encuentros de tribunales constitucionales europeos. El martes vuelven al trabajo.
Fuentes del TC admiten que los magistrados «están de los nervios» por no ser capaces de desbloquear la situación que viven desde que hace más de tres años el PP recurrió el Estatut. La presidenta del alto tribunal, María Emilia Casas, quiere firmar la sentencia a toda costa, pero fuentes de su entorno reconocen «que no hay forma humana» de lograr una mayoría mínima que avale la constitucionalidad del texto.
ARAGÓN, EL JUEZ DISCREPANTE /
El magistrado Manuel Aragón –nombrado a propuesta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero– no da su brazo a torcer y sigue defendiendo que algunos artículos son contrarios a la Carta Magna. Fuentes conocedoras de las deliberaciones apuntan, por ejemplo, que las dudas surgen sobre el término nación y el uso de símbolos nacionales. La posición de Aragón es refrendada por el conservador Guillermo Jiménez. Este trasvase de votos pone en serios aprietos a Casas, que puede perder la votación si al final esos magistrados se pasan al bando conservador.
Dicho bloque se mantiene en la misma posición desde el inicio de las deliberaciones. Los magistrados conservadores Vicente Conde, Javier Delgado, Ramón Rodríguez Arribas y Jorge Rodríguez-Zapata quieren aceptar el recurso del PP. Por su parte, Casas, Pascual Sala, Elisa Pérez Vera y Eugenio Gay son partidarios de rechazarlo, aunque aceptarían una sentencia interpretativa de algunos apartados. Jiménez ha ido cambiando de bando en este tiempo y finalmente se ha decantado por hacer un frente común con Aragón para apuntarse a la facción ganadora.
Esta situación ha dado lugar a varios momentos de tensión. Fuentes del alto tribunal explican, por ejemplo, que uno de los magistrados pidió a Casas que utilizara ya su voto de calidad para salir del laberinto. La propuesta fue recibida con sorna por la presidenta. Tuvo que recordarle a su interlocutor que solo puede recurrir a esta prebenda si hay empate en la votación, hipótesis improbable salvo que los conservadores pierdan el voto de Aragón.No obstante, las fuentes consultadas subrayan que, aunque parezca un contrasentido, el atasco actual beneficia a los que defienden la constitucionalidad del Estatut.
La desconfianza que reina en la sede del alto tribunal impide a los conservadores, por ejemplo, tomar la delantera y exigir a la presidenta que convoque un pleno no solo para deliberación, sino también para votación. Con el reglamento en la mano, bastarían cinco firmas para forzar la votación. El bloque conservador no las tiene todas consigo y teme que, llegado el caso, Aragón pueda abandonar el barco contrario al Estatut.
Casas aventuró en la reciente apertura del año judicial que en octubre podría haber sentencia. No será así. Algunos de sus compañeros le reprocharon incluso el comentario. Diciembre podría ser la nueva fecha en el horizonte. Entonces Casas y otros tres jueces cumplirán dos años de la prórroga de mandato. Habrá que elegir nuevo presidente. Aragón aspira a la plaza y no tendría problemas en aceptar a Rodríguez Arribas como vicepresidente. Delgado, Pérez Vera y Gay han perdido esta oportunidad porque cesarán en diciembre del año que viene. Una norma no escrita establece presidencias de tres años.