31.7.07

REPORTAJE: Genio de la escena
La voz de la soledad y la muerte

El cineasta sueco Ingmar Bergman, hombre clave en la cultura europea, fallece a los 89 años

DIEGO GALÁN 31/07/2007
Ingmar Bergman, uno de los grandes referentes de la cultura europea del siglo XX, falleció ayer a los 89 años en la isla sueca de Faarö, donde vivía solo y recluido. El artista, conocido universalmente por su obra cinematográfica, en la que retrató con un personal lenguaje la naturaleza humana y su reacción ante la soledad, la muerte, la religión o el deseo, fue también un apasionado hombre de teatro y prolífico realizador de televisión. Director de más de 40 películas y ganador de seis oscars, la agitada vida privada del director sueco saltó con frecuencia a la luz pública. Se casó en cinco ocasiones y mantuvo una duradera relación con la actriz noruega Liv Ullman en los sesenta.
Aunque Ingmar Bergman se considerara a sí mismo director de teatro antes que hombre de cine, los 60 títulos que realizó para la gran pantalla o para la televisión han abierto caminos fundamentales, estéticos y morales, que muchos otros cineastas han prolongado. Partiendo frecuentemente de sus propias vivencias, Bergman ha filosofado en imágenes sobre la condición del hombre contemporáneo, desde su creencia en la posibilidad de algún dios, al que el autor en cualquier caso reprochaba su silencio, hasta la consideración de la muerte como único referente real del ser humano: El séptimo sello (1956), Fresas salvajes (1957), Los comulgantes (1962), El silencio (1963)... son, en este sentido, algunas de sus películas más representativas.

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Format al teatre, Bergman va descobrir la llanterna màgica, un artefacte amb el qual ocupava els temps morts entre cada muntatge teatral. De mica en mica el cinema va anar cobrant força i amb Un verano con Mónica (1953) Bergman va començar a convertir la seva experiència sobre els escenaris en una mirada eminentment cinematogràfica. El paisatge obert d'aquella pel·lícula, rodada en una illa, va establir les bases del seu univers visual, sense el qual no s'entendria gran part de la modernitat cinematogràfica. Va filmar el somni i el record del passat de manera exemplar a Fresas salvajes (1957), va convertir una partida d'escacs en una de les escenes més sublims i recordades de la història del cinema amb El setè segell (1957) i va crear suspens i atmosferes apocalíptiques amb pocs recursos a pel·lícules com L'ull del diable (1960), La vergonya (1968) o Passió (1969).
Seus són alguns dels retrats de dones –sovint actrius alhora que mullers— més bells que ha donat el cinema i alguns dels millors blancs i negres. Seva és una de les vinculacions més sòlides entre la petita i la gran pantalla, amb la sèrie i la pel·lícula Fanny i Alexander (1982); i una de les autobiografies més emotives d'un director: La llanterna màgica. I seva és una de les pel·lícules sense les quals no s'entendria gran part del cinema contemporani –des de Michael Haneke a David Lynch—: la vampírica Persona (1966).
Ingmar Bergman deixa una de les filmografies més sòlides i apassionants. Un home que es va formar al teatre, va canviar el cinema i que, amb el temps i des de la seva illa de Faro, seguia sent l'ull dominant del panorama cinematogràfic.
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Adiós a otro grande

Michelangelo Antonioni, autor de 'Blow Up' o 'El desierto rojo', falleció ayer a los 94 años en Roma, horas después que Ingmar Bergman
Roma. (Agencias).- El director de cine italiano Michelangelo Antonioni murió anoche a los 94 años de edad, según informaron fuentes de la familia citadas por la agencia ANSA. Según la agencia, Antonioni murió a las 20.00 en su casa de Roma, en la que estaba junto a su mujer, Enrica Fico.

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Horas antes del deceso del realizador italiano expiraba en la isla de Faro Ingmar Bergman. En un sólo día, el 30 de julio de 2007, se han marchado dos de los directores más importantes de la historia del cine, referentes ineludibles en la segunda mitad del siglo XX.

Antonioni irrumpió en la cinematografía italiana con una forma original de hacer películas con su ópera prima, 'Cronaca di un amore' (1950) y en 1960 rodó 'La avventura', que recibiría el Premio de la Crítica del Festival de Cannes.
Entre sus "musas" destacó Mónica Vitti, protagonista de 'La Avventura' (1959), 'La notte' (1960) y 'L'Eclisse' (1962). Después siguieron, 'Deserto rosso"(1964) y su periodo estadounidense con 'Blow Up' (1966), 'Zabriskie point' (1970) y 'Professione reporter' (1974). Otra de sus obras fue la realizada con el alemán Wim Wenders, 'Al di la delle nuvole' (1995), basada en el libro del director italiano. Con 'Blow Up', su primera película en inglés, recibió la nominación al Oscar al mejor director, pero la estatuilla dorada sólo le llegó en 1995, cuando recibió el premio a toda su carrera.