28.10.08

Diari de Cubelles .... recomana

Ara que tenim en portes les eleccions americanes en que molta part de la població sembla apostar per una nova alternativa , revisar informacions d’hemeroteques de diaris dels últims anys del govern de Busch pot explicar perquè els americans volen un canvi.
El excel·lent periodista i comunicador Josep Cuní a la columna del diari El periòdico en un article publicat dona referències d´un temps d´uns fets....i de noves trobades sense ser invitats....



Panchos

JOSEP CUNÍ

El trío de las Azores está a punto de pasar a mejor vida. De aquellos tres tenores que entonaron un equivocado canto a la guerra amparándose en una perversa vocación de paz, solo uno queda en el escenario. Pero también este va entonando ya su aria de despedida. El adiós público que le llevará hacia las bambalinas de la historia para que desde allí ese notario levante acta y pueda acabar definiéndole como el peor presidente que ha tenido Estados Unidos en mucho tiempo. El hijo que sumó el ideal intervencionista, vía bélica, al desastre financiero, vía crash. El neoliberal que cambió de rumbo fiscalizando parte de la banca y el neoconservador que lideró el perjuicio de muchos para satisfacer el interés de unos pocos. Antes fue Blair quien abandonó el poder en medio de desconciertos británicos y desencantos europeos. Los unos, porque dejaron de entenderle; los otros, porque ya no podían seguirle. No es extraña la cíclica desorientación de la izquierda clasista. Cuando cree haber encontrado un referente y le proclama su líder universal, lamenta su adaptación a un sistema que lo ha podido todo hasta hace un mes. A partir de ahora, se verá. De entrada, el 15 de noviembre en Washington. La cita a la que Rodríguez Zapatero implora asistir aunque no conste en la lista de quienes cursan las invitaciones. El prestidigitador Sarkozy ha pasado de comparar a España con Polonia a la comprensión hacia su vecino, y después, al pase adelantado hacia Bush para que sea él quien lance a puerta. Si fallará o no es cuestión del efecto de las presiones. Por eso, toda la diplomacia española, desaparecida los últimos cuatro años, intenta recuperar presencia y conseguir que el resto del equipo reconvenga al capitán para que sea más comprensivo. Mientras, se excita el ánimo de las gradas vendiéndoles la jugada como una afrenta nacional.
Pinchos
Tampoco sería de extrañar que quien ejercerá en funciones cuando se celebre el encuentro, reciba la influencia negativa de su anterior compañero de grupo, con quien descansaba los pies en la mesa mientras se fumaban un puro, bebían un bourbon y se ponían el mundo por montera. Hay quien se jugaría algo más que un garbanzo sospechando que Aznar ha llamado al tejano para sugerirle que no ceda. Que el actual Gobierno español no merece el trato que dispensó a aquella España del progreso constante. La que recolonizó América Latina a través de empresas privatizadas y bancos potenciados. La que entró en una guerra innecesaria difundiendo una mentira institucionalizada. La patria que hizo ondear sus banderas al viento porque pensaba que soplaba a favor de la bondad histórica. El mismo Aznar que lideraba un ejecutivo arrogante cuando firmó los acuerdos de Kioto contra el cambio climático. Y de lo que se vanaglorió su parlamentaria mayoría absoluta cuando el 11 de abril del 2002 mostró su profundo orgullo de que fuera un Gobierno del PP el que los llevó a la Cámara para ratificarlos. Hoy, en cambio, el primero de los tres tenores que abandonó la escena al traspié relativiza la gravedad de nuestro medio ambiente haciéndose eco de las voces que lo niegan por intereses no confesados y quienes ven en la crisis económica la gran excusa para su moratoria. Visto lo cual, a Aznar le pasa lo que a san Agustín antes de ser padre de la Iglesia. Llegado el momento le pidió a Dios: "Hazme casto, pero no hoy". Y engendró un hijo natural.
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